El poniente en la llanura. Yo, el exponente, a eso he vuelto, a verlo por última vez, porque (está de más el “porque”) creía que iba a morir (está de más el “creía”) (y también el “que”). Iba. Y venía: a morir, ¡pero!, si tomamos la muerte, en fin, digamos, como una pizza, cortable en un número indeterminado aunque no infinito de porciones,
y si
el par-pareja amor / muerte
tiene alguna aceituna de verdad
¿entonces? — entonces: mordí esa miga, amiga mía, y (entonces) Cupido fecundó mi lengua, y ahora hablo
Se me rompe el corazón:
yo vine a la argentina para enamorarme de vos
recóndita
definitivamente
querida mía
[…]
¡que me cuelguen! Quiero verte en Barcelona, quiero reunirme con vos. Tengo un plan maravilloso: cagarme en todo. Reír (ya lo estoy haciendo). Me he curado.
fashion writer cv
Octubre 1, 1982 | Correspondencias
Trackback por fashion writer cv — octubre 29, 2014 @ 9:32 pm |